martes, 22 de julio de 2008

un poco de odio

Cuando crees qe ya nada puede ser peor, te das cuenta de qe te eqivocaste las cosas pueden empeorar aún más, me ahogo, me angustio, me desespera la idea de seguir reglas, de seguir ordenes establecidas, amo la ciudad pero me desespera su rapidéz y monotonía, qiero un poqito de aire, de libertad, libertad qe se qe no existe del todo qe solo es una utopía pero aunqe sea sentir un poco de aqella utopía, en donde yo decida, odio qe me controlen, odio qe decidan por mí, odio los límites, odio qe exista qienes creen tener siempre la razón, qe razón? odio qienes se creen superiores, odio tener qe disimular, odio qe disimular ya no sea una tarea fácil, cada día aqella mujer qe se qe está ahí con carácter fuerte gritando ser liberada se expresa más y más, y nose si me agrada del todo pero tampoco me molesta,lo qe si sé es qe está ahí y lo está expresando.
Continúo odiando más y más; odio tener aqellos recuerdos en donde creía en una felicidad qe no exístia, odio qe aqellos recuerdos no me dejen disfrutar cada minuto de mi presente y me atormenten con la idea de qe algún día todo volverá a ser como antes, odio el momento en qe nuestros caminos se cruzaron, odio el momento en qe mi frágil mente de niña creyó en tí, odio el momento en qe creí qe todo era verdad, pero amo un momento y es aqel en el qe decidí abrir los ojos y observar qe ya no te necesitaba en qe ya no qería obedecerte, en qe yo si podía tomar mis propias desiciones y en qe de alguna forma decidi cortar las cadenas.

domingo, 20 de julio de 2008

20 de Julio

Ella creía qe no era necesario o quizás el temor al rechazo era más grande qe todo lo qe se encontraba a su alrededor porqe más allá del miedo ella no veía y tal vez porqe para entonces no había necesitado compartir con otras personas, buscar apoyo, ayuda o cariño en otras personas que no fuesen las qe ya se encontraban en su vida, pero poco a poco ella comenzó a encontrar personas que en su vida se transformaron en pilares, algunas pasaron algunas aún continúan, y de las qe aún continúan existe alguien qe para ella es muy importante..
Ella se sentia perdida y, él atinó a ayudarla, se forjó una amistad de esas que son bastante escasas, y si alguna vez no te lo dijo, y si alguna vez ella te hizo dudarlo y te ayude saberlo nunca le fallaste a ella, no lo habías pensado verdad?, si alguna vez lo pensaste o lo dudaste no es cierto, ella te ha querido tanto como tú a ella, y pretende seguir haciendolo a pesar de su distancia, que a veces es tan cruel pero a la vez lo suficientemente inteligente.
Los días en qe compartían tardes completas, con la compañía de un cigarro, eran felices con tan poco hasta qe el sol los dejaba de acompañar, no dejaban de conversar, no había un tema qe los limitara, te acuerdas el día en qe se conocieron? él intentaba de todos los modos hablar, pero el miedo a ella la superaba y poco te hablaba pero a pesar de eso ellos continuaron conociendose, continuaron hablando y no dejaron qe el miedo, las frustraciones y heridas qe ella traía los alejara; a veces ella continúa con miedo, porqe el miedo le ha creado heridas qe han dejado más de una cicatriz, pero cree, qe el apoyo de él es infinito qe la ayuda, la compañia, las sonrisas qe haz logrado en ella son más fuertes qe aqel miedo, lograste qe ella poco a poco comience a valorarse, lograste qe ella perdiera el miedo a conocer lo desconocido, lograste qe ella crea en aqel vínculo qe los une, tantos recuerdos, tantas personas qe han pasado por sus vidas, tantas historias, tantas fechas importantes qe han pasado, hasta viajes, tanto el cariño y tanto es lo qe ella te agradece, qe aunqe escribiera un libro sería poco, eres aqel hermano qe no tiene y qe siempre qiso, eres aqel compañero, eres aqel mejor amigo qe ella adora.
Para Arq EA.

domingo, 6 de julio de 2008

Ojalá - Silvio Rodríguez

Ojalá que las hojas no te toquen el cuerpo cuando caigan
para que no las puedas convertir en cristal.
Ojalá que la lluvia deje de ser milagro que baja por tu cuerpo.
Ojalá que la luna pueda salir sin ti.
Ojalá que la tierra no te bese los pasos.
Ojalá se te acabe la mirada constante,
la palabra precisa, la sonrisa perfecta.
Ojalá pase algo que te borre de pronto:
una luz cegadora, un disparo de nieve,
ojalá por lo menos que me lleve la muerte,
para no verte tanto, para no verte siempre
en todos los segundos, en todas las visiones:
ojalá que no pueda tocarte ni en canciones.
Ojalá que la aurora no dé gritos que caigan en mi espalda.
Ojalá que tu nombre se le olvide a esa voz.
Ojalá las paredes no retengan tu ruido de camino cansado.
Ojalá que el deseo se vaya tras de ti,
a tu viejo gobierno de difuntos y flores.